Obesidad y hueso: una relación compleja

 Obesidad y hueso: una relación compleja


Obesidad y hueso: una relación compleja

  • – **Relación entre obesidad y huesos**: Aunque el aumento de peso corporal incrementa la densidad mineral ósea (BMD), los obesos tienen un mayor riesgo de fracturas debido a factores metabólicos y un mayor riesgo de caídas.
  • – **Distribución de fracturas**: En los obesos, las fracturas son menos comunes en la cadera, columna y muñeca, pero más frecuentes en el tobillo, pierna superior y húmero.
  • – **Obesidad infantil**: Los niños obesos tienen una mayor incidencia de fracturas en las extremidades inferiores.
  • – **Factores de riesgo**: La obesidad puede incluirse en algoritmos para cuantificar el riesgo de fractura debido a su impacto significativo en la salud ósea.

La relación entre la obesidad y la salud ósea es compleja y multifacética. Recientes investigaciones han revelado que, contrariamente a la creencia anterior de que la obesidad podría ofrecer cierta protección contra la pérdida ósea, en realidad puede aumentar el riesgo de fracturas, especialmente en personas con mayor contenido de tejido adiposo visceral.

Este cambio de paradigma es particularmente evidente en sujetos mayores, donde la redistribución de la grasa de tejido subcutáneo a visceral y la infiltración de otros tejidos como el músculo, lo que conduce a sarcopenia, pueden acentuar los cambios característicos de este grupo de edad que predisponen a un mayor riesgo de caídas y fracturas. Además, factores como el estado proinflamatorio crónico, la secreción alterada de adipocinas, la deficiencia de vitamina D, la resistencia a la insulina y la movilidad reducida también contribuyen al aumento del riesgo en personas mayores con obesidad. Las pruebas diagnósticas pueden verse influenciadas por la obesidad y sus comorbilidades, así como por la composición corporal, y las escalas de riesgo pueden subestimar el riesgo de fracturas en estos pacientes. La pérdida de peso mediante programas de actividad física y la interrupción de dietas altas en grasas pueden reducir el riesgo. Sin embargo, se necesita más investigación sobre la eficacia de los tratamientos antiosteoporóticos en pacientes obesos.

Introducción


La obesidad representa un problema social creciente, que lleva a los sistemas de salud de todo el mundo a realizar importantes esfuerzos para evitar las graves consecuencias que puede tener sobre la salud.

La obesidad, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud. El IMC (Índice de Masa Corporal) se utiliza universalmente como medida de referencia. La OMS afirma que el estado de obesidad se define como tener un IMC ≥ 30,0, e informa que, en 2016, más de 1.900 millones de adultos, de 18 años o más, tenían sobrepeso (IMC ≥ 25). De ellos, más de 650 millones eran obesos y, a nivel mundial, la obesidad casi se ha triplicado desde 1975 [1]. Se predice que el 57,8% de la población de edad avanzada tendrá sobrepeso u obesidad en 2030 [2].

También se encuentran datos preocupantes en niños, en los que el sobrepeso y la obesidad se calculan a través de diferentes parámetros, en función de la edad (mediana de referencia de crecimiento de la OMS) [3]. La prevalencia del sobrepeso y la obesidad entre niños y adolescentes de 5 a 19 años ha aumentado drásticamente desde el 4% en 1975 a más del 18% en 2016 [1].

La obesidad puede tener consecuencias muy graves en diversos órganos y sistemas. Más controvertidos son sus efectos sobre el hueso. Creemos que es muy importante definir qué efectos puede producir la obesidad sobre el hueso. De hecho, teniendo en cuenta que la DMO (densidad mineral ósea) no es suficiente, por sí sola, para definir si un individuo tiene mayor riesgo de fractura, tenemos que detectar otros factores, independientes de la DMO, que puedan definirse como factores de riesgo. Si la evidencia científica aclara su importante papel en el aumento del riesgo de fractura, la obesidad podría incluirse en los diversos algoritmos que se pueden utilizar para cuantificar el riesgo de fractura.

Esta revisión narrativa pretende examinar con detenimiento la literatura sobre la influencia que tiene la obesidad en la salud ósea, tanto en niños como en adultos, intentando esclarecer un tema que aún es debatido y sigue siendo parcialmente controvertido. Aunque existen numerosos estudios y revisiones publicadas sobre este tema [4,5,6,7,8], esta revisión pretende ser lo más completa posible, examinando todas las facetas relacionadas con este problema, ampliando también la discusión a las consecuencias de la cirugía bariátrica y la obesidad infantil.

El riesgo de fractura depende de la fragilidad ósea y de la propensión a las caídas. Examinaremos estos dos factores de riesgo tanto en general como en la obesidad.

Resumen


Existe una amplia literatura sobre la relación entre obesidad y hueso. Lo que podemos concluir de esta revisión es que el aumento de peso corporal provoca un aumento de la DMO, tanto por efecto mecánico como por la mayor cantidad de estrógenos presentes en el tejido adiposo. Sin embargo, a pesar de un aparente fortalecimiento del hueso evidenciado por el aumento de la DMO, el riesgo de fractura es mayor. El mayor riesgo de fractura en el sujeto obeso se debe a diversos factores, que son analizados cuidadosamente por los Autores. Estos factores se pueden dividir en factores metabólicos y mayor riesgo de caídas. Las fracturas tienen una distribución atípica en los obesos, con una menor incidencia de fracturas osteoporóticas típicas, como las de cadera, columna y muñeca, y un aumento de las fracturas de tobillo, muslo y húmero. En los niños, la distribución es diferente, pero no es la misma en niños obesos y normopeso. En concreto, las fracturas de miembro inferior son mucho más frecuentes en los niños obesos. La obesidad sarcopénica juega un papel importante. Los autores también revisan la literatura disponible sobre los efectos de la dieta alta en grasas, la pérdida de peso y la cirugía bariátrica.

Obesity and Bone: A Complex Relationship – PubMed (nih.gov)

Obesity and Bone: A Complex Relationship – PMC (nih.gov)

Obesity and Bone: A Complex Relationship (mdpi.com)

Rinonapoli G, Pace V, Ruggiero C, Ceccarini P, Bisaccia M, Meccariello L, Caraffa A. Obesity and Bone: A Complex Relationship. Int J Mol Sci. 2021 Dec 20;22(24):13662. doi: 10.3390/ijms222413662. PMID: 34948466; PMCID: PMC8706946.

Licensee MDPI, Basel, Switzerland. This article is an open access article distributed under the terms and conditions of the Creative Commons Attribution (CC BY) license (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/).

Conclusiones


Durante muchos años se ha considerado que el peso corporal elevado era un factor protector frente a la osteoporosis. De hecho, es cierto que, en sujetos con mayor peso, la DEXA muestra un aumento de la DMO, pero la literatura coincide en que el sujeto obeso tiene mayor riesgo de fracturas que un individuo con peso normal. El mayor riesgo de fracturas se debe a numerosos factores, que se pueden agrupar en dos grandes grupos: factores metabólicos y mayor riesgo de caídas. Las fracturas del obeso tienen una distribución atípica, tanto en la edad adulta como en la infancia. Por tanto, la obesidad se confirma como una condición muy peligrosa para hombres y mujeres, por las posibles consecuencias graves sobre numerosos sistemas, incluido el esqueleto.

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